jueves, 30 de junio de 2011

Y es hora de partir. Lo veo en tus ojos cristalinos, en tu media sonrisa que se dibuja en tu cara cuando ni bien me ves. Lo siento en mi cuerpo. En mis venas cada vez que me acuerdo de vos, cada vez que es pronunciado tu nombre. Maldito nombre. Solo 5 simples letras, y son tan fuertes como para poder paralizarme, hacerme temblar y hasta llorar si razón alguna. Es hora de partir. Yo estoy bien. Extrañamente perfecto. Sin vos, estoy bien sin vos. No quiero nunca más leerte, escuchar, verte. Ya ni siquiera sé si creo en el destino, pero si éste existiera, por algo estamos como estamos. Y repito, estoy sin vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario