Cansada nuevamente
esperando mi propio cambio
que encamine mi vida.
De pie me encuentro,
con ganas de volar.
Casi por caer, veo la realidad.
Sosteniendome de recuerdos,
experciencias y algùn que otro sueño.
Y no quiero decirlo,
no me animo.
Esta mañana
tu nombre escribì en el vidrio empañado,
en el tren viajaba, casi dormida.
Mañana te vuelvo a ver,
nada cambiò.
No hay comentarios:
Publicar un comentario